¡Nos volvemos a encontrar!
Estamos de regreso y sabemos que estas
vacaciones fueron especiales
pero no por eso menos importantes. Los invitamos
a escribir en un cartelito algún momento
especial que hayan compartido con sus seres
queridos.
Luego les proponemos que envíen
una foto del cartelito a su seño para armar un mural
virtual de recuerdos
de nuestras vacaciones y colgarlo en nuestro blog.
En este reencuentro virtual vamos a darle gracias
a Jesús y a María por haberse
quedado con nosotros, porque nos cuidaron
junto a nuestras familias.
Leer en familia el siguiente cuento: “Recetario de
emociones”.
“De pequeña leí un libro de una anciana
que contaba que podías comerte la vida a
cucharadas.
Un recetario para endulzar las emociones
que nos acompañan cada día,
y comprender que la imaginación es un
ingrediente imprescindible”
Había una vez en una antigua aldea una anciana a la que le gustaba preparar deliciosas recetas.
Mezclando dulce y salado, frutas y verduras, lluvia de nubes y rayos de sol, conseguía que toda la aldea vaya en busca de sus delicias.
Pero un día descubrió que los aldeanos necesitaban recetas especiales, muchos estaban tristes y no sabían cómo resolverlo, algunos buscaban la alegría en lugares donde no la encontraban, pasaban dias enojados entre ellos. Otros no podían enfrentar sus miedos.
Por eso una noche la anciana tuvo una gran idea, comenzó a preparar recetas para estos momentos especiales.
-¡Sí, así ayudaré a los aldeanos de toda la isla!, dijo
Preparaba cada una, las probaba y las anotaba en un gran libro.
A la mañana siguiente, luego de una larga noche de trabajo, salió de su choza y colgó un cartel que decía: “Ofrezco recetas para momentos especiales” ¡lleve la que necesite del Recetario de emociones!
Los aldeanos, curiosos de saber de qué se trataba, llegaban a su choza y le preguntaban a la anciana:
-¿Qué son estas nuevas recetas anciana?
-¿Qué son las emociones?
-¿En qué nos pueden ayudar?
La anciana con mucho entusiasmo les contó lo que eran las emociones y cómo estas recetas podrían ayudarlos a descubrirlas,conseguirlas o sanarlas y mejorarlas.
Ella abrió su gran libro recetario de emociones y las mostró: allí aparecieron la alegría, la tristeza, el enojo, el miedo, la calma y la pereza.
La alegría es como una caja de música -Les dijo la anciana.
La alegría dio vida a todas las cosas. Aunque ya existían, estaban quietas, inanimadas, sin atreverse a ser.
Entonces esa pequeña y maravillosa emoción convirtió el universo en un baile. Los árboles, los animales y las personas se dieron cuenta de lo hermoso que eran y bailaron con el viento.
Después de correr, nadar y volar se tumbaron bajo el cielo, les encantaba estar vivos.
En el mundo, quienes mejor conocen a la alegría, son los niños que aman la hierba, los bichos, los charcos, estar descalzos, la nieve y los días soleados.
La receta de la alegría es la siguiente, -les contó-
Ingredientes: sonrisas,abrazos y mucho amor.
Preparación:
- Abrir los ojos.
- Escuchar el sonido del mundo.
- Dar unas vueltas sobre uno mismo como una calesita.
- Cantar y bailar y después bailar y cantar un poco más.
- Amanecer por la mañana, atardecer con el sol y dormir por la noche soñando con las estrellas.
- Darse muchos besos en los brazos y con quienes amamos.
- Cuidarnos los unos a los otros.
Los aldeanos llegaban cada día a la choza de la anciana en busca de recetas para conseguir la alegría, o dejar de estar enojados,aprender a estar en calma, ser valientes, ahuyentar al miedo, sanar la tristeza y poder amar mejor.
Finalmente descubrieron que ellos mismos podian agregar nuevos ingredientes a la receta de cada emoción, y se descubrieron con muchas emociones, diferentes en cada momento pero todos sabían cómo ayudarse en cada situación.
- Durante este tiempo hemos sentido muchas emociones. Conversar en familia si las sabemos identificar, reconocer por qué nos sentimos así, y qué hacemos para mejorar en ellas y ayudar a los demás.
En sus cuadernos
¡Nos volvemos a encontrar!
Escribo una oración dando gracias a Jesús y a
María por mis vacaciones.
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