jueves, 10 de septiembre de 2020

SUSTANTIVOS

 Lengua

·        Leer la siguiente fábula.

El mono y el tiburón

Bajo un cielo infinito, en la copa de un manzano,

al lado del mar verde, vivía un mono. El mono pasaba sus horas, mayormente, curioseando el horizonte y comiendo manzanas. Pero había otros momentos en los que no tenía hambre ni ganas de mirar tan lejos. Entonces, usaba las frutas para jugar: las pasaba de mano en mano, las lanzaba bien alto para luego atajarlas en posiciones cómicas. Un malabarista improvisado y original.

Todas las tardes, por la corriente cálida del mar

verde, atravesando islas de vegetación frondosa

y cardúmenes de peces coloridos, se acercaba

a la costa un tiburón. El tiburón pasaba sus

horas, mayormente, mirando al mono revolotear

manzanas.

¡Cómo le hubiera gustado al tiburón hacer algo

así! O por lo menos, comer una manzana.

¡Ey amigo mono! ¿Podrías convidarme una

manzana? Nunca probé y parecen tan ricas….

El mono tomó la más roja de las frutas, la más

redonda e hizo unos pases graciosos. Contó:

uno,

dos, tres, y tiró la manzana hacia el agua con

tanta precisión que se cayó justo adentro de la

boca abierta del tiburón.

-Qué delicia, amigo mono. ¡Es un sabor tan

distinto a cualquier cosa que se pueda comer

dentro del mar!

A partir de ese momento, el tiburón volvió cada

tarde a buscar el show de malabares y una

manzana.

Hasta que un día, con todo su corazón el tiburón

le ofreció al mono: -¡Ey amigo mono! Deseo

mostrarte el lugar donde vivo, y devolverte así tu

cortesía. ¿Quisieras venir conmigo de paseo?

El mono tuvo una mezcla de sentimientos.

Entusiasmo y susto en la misma medida.

-Perdón – dijo por el susto -, pero mi piel es

sensible y no está preparada para el agua.

Además,no sé nadar y me hundiría sin remedio.

-Podría llevarte en mi lomo. Si vieras qué belleza

hay por allí, tan distintas a las que se ven

por aquí, no dudarías.

-Qué ganas de conocer nuevos paisajes – dijo

por el entusiasmo -. ¡Vamos!

El mono saltó desde la rama del árbol donde

estaba, pegó una vuelta en el aire y cayó con

gracia sobre el lomo del tiburón.

Emprendieron un viaje tranquilo. El tiburón llevó

a su amigo a visitar los arrecifes de coral,

le indicó dónde se encontraban las cuevas de

los caballitos de mar, pasaron por las islas

de vegetación frondosa y vieron mil peces

coloridos. El mono estaba fascinado, por fin

conocía un mundo distinto, con aroma de sal.

Entonces, se oyó una voz que hacía un anuncio

desde las profundidades:

-¡El rey de los tiburones está muy enfermo! Se

necesita con urgencia el hígado de un mono

para fabricar la medicina que podría salvarlo.

Pedimos la colaboración de todos los seres del

mar para conseguirla.

El tiburón frenó. El mono quedó congelado. Se

miraron.

El mono fue el primero en reaccionar, con astucia.

-Amigo tiburón, lamento tanto que tu rey esté

enfermo. De mil amores te daría mi hígado y

todo lo que fuera necesario para curarlo. Pero,

lamentablemente, dejé mi hígado en el árbol,

por temor a que se mojará. Si volvemos ya

mismo, lo busco y te lo doy.

El tiburón no dudó.

-Amigo mono, qué alivio. Ya estaba pensando en

arrancarlo de mal modo para salvar a mi rey.

Me alegra tanto que quieras dármelo sin discutir.

El tiburón volvió a la orilla con tal velocidad que el

mono tuvo que agarrarse de sus aleta para

no caer al agua. En cuanto llegaron, el mono dió

un salto magistral y en dos segundos estaba

colgado de una rama comiendo una manzana.

El tiburón reclamo.

-Ey, dijiste que ibas a ayudarme. Dame tu hígado

como prometiste.

- ¿Estás loco? ¡Sin hígado no podría vivir!

El tiburón quedó sorprendido. Era cierto.

Su instinto había sido más fuerte que la amistad.

El mono vio la desilusión del tiburón y también

quedó impresionado, su instinto había sido

más fuerte que su palabra.

-Cada uno es cada uno – dijo el tiburón.

-Cada cual es cada cual – dijo el mono.

Se miraron un instante sabiendo que no se

verían más. Si hubieran podido sonreír lo

hubieran hecho.

El mono siguió viviendo en la copa de su

manzano, haciendo monerías. El tiburón nadó

hacia las profundidades del mar a continuar la

vida de sus tiburonadas.

Maricel Santin

Versión de la fábula colombiana

 

·        Identificá en la fábula, las palabras que no

conozcas y luego con ayuda de algún familiar

buscá el significado de las mismas en el

diccionario.

·        Responder oralmente a algún familiar las

siguientes preguntas: ¿Cómo pasaron los días

el mono y el tiburón? ¿Por qué el tiburón invita a

pasear al mono? ¿Qué siente el mono ante

la invitación? ¿Por qué? ¿Cómo hace el mono

para salvarse? ¿Creen que los personajes

aprendieron algo de la experiencia? ¿Qué?


·        Recordá las clases de palabras con las que

trabajamos la clase anterior (sustantivos,

adjetivos y verbos).

    Sustantivos               Adjetivos             Verbos

-                                       -                                  -

-                                       -                                   -

-                                       -                                   -

-                                                 -

·  Recordar que los sustantivos nombran seres

reales o imaginarios, objetos, lugares, ideas.

Por ejemplo: oveja, La Rioja, río, justicia. 

Pueden clasificarse en: PROPIOS: nombran

personas, lugares, calles de manera particular.

Se escriben con mayúscula inicial. Por ejemplo:

Lucas, Mendoza.

COMUNES: nombran personas, animales, u

objetos de modo general, por ejemplo: montaña,

ornitorrinco. 

Y A su vez,  los sustantivos comunes, se dividen

en CONCRETOS y ABSTRACTOS.

CONCRETOS: Nombran elementos que existen

físicamente o se pueden percibir con

los sentidos. Por ejemplo: viento, océano,

tiburòn, mono, etc.

ABSTRACTOS: Nombran ideas y sentimientos.

Por ejemplo, justicia, alegría, astucia, etc


En sus cuadernos o carpetas:

Lengua

*Leímos y trabajamos con la fábula “El mono y

el Tiburón” de Maricel Santin.

*Realizamos una lista con las palabras

desconocidas y luego buscamos su significado

en el diccionario.

*Las escribimos en la carpeta.

*Recordá las clases de palabras con las que

trabajamos la clase anterior (sustantivos,

adjetivos y verbos) y extrae de la fábula 4 de

cada una de ellas.

          Sustantivos   Adjetivos             Verbos

-                                       -                                  -

-                                       -                                   -

-                                       -                                   -

-                                       -                                  -

 

* Descubrimos que los sustantivos comunes,

se pueden clasificar en CONCRETOS y

ABSTRACTOS.

CONCRETOS: Nombran elementos que existen

físicamente o se pueden percibir con los

sentidos. Por ejemplo: viento, océano, tiburòn,

mono, etc.

ABSTRACTOS: Nombran ideas y sentimientos.

Por ejemplo, justicia, alegría,astucia, etc

* Extrae del texto y escribí en tu cuaderno o

carpeta, 3 sustantivos concretos y 3 abstractos

que encuentres. Hacer lindas oraciones con

cada uno.

En la carpeta de producción

*Visualizar lo que más te gustó de la fábula y escribir una breve historia utilizando las palabras que extrajiste. No olvides los conectores temporales.



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