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Escuchar la lectura realizada por la docente de la fábula “La liebre y la tortuga”.
La liebre y la tortuga
En el mundo de los animales vivía una liebre muy orgullosa y vanidosa, que no cesaba de pregonar que ella era el animal más veloz del bosque, y se pasaba el día burlándose de la lentitud de la tortuga.
- ¡Eh, tortuga, no corras tanto! Decía la liebre riéndose de la tortuga.
Un día, a la tortuga se le ocurrió hacerle una inusual apuesta a la liebre:
- Liebre, ¿vamos hacer una carrera? Estoy segura de poder ganarte.
- ¿A mí? Preguntó asombrada la liebre.
- Sí, sí, a vos, dijo la tortuga. Pongamos nuestras apuestas y veamos quién gana la carrera.
La liebre, muy engreída, aceptó la apuesta prontamente.
Así que todos los animales se reunieron para presenciar la carrera. El búho fue el responsable de señalizar los puntos de partida y de llegada. Y así empezó la carrera:
Astuta y muy confiada en sí misma, la liebre salió corriendo, y la tortuga se quedó atrás, tosiendo y envuelta en una nube de polvo. Cuando empezó a andar, la liebre ya se había perdido de vista. Sin importarle la ventaja que tenía la liebre sobre ella, la tortuga seguía su ritmo, sin parar.
La liebre, mientras tanto, confiando en que la tortuga tardaría mucho en alcanzarla, se detuvo a la mitad del camino ante un frondoso y verde árbol, y se puso a descansar antes de terminar la carrera. Allí se quedó dormida, mientras la tortuga seguía caminando, paso tras paso, lentamente, pero sin detenerse.
No se sabe cuánto tiempo la liebre se quedó dormida, pero cuando ella se despertó, vio con pavor que la tortuga se encontraba a tan solo tres pasos de la meta. En un sobresalto, salió corriendo con todas sus fuerzas, pero ya era muy tarde: ¡la tortuga había alcanzado la meta y ganado la carrera!
Ese día la liebre aprendió, en medio de una gran humillación, que no hay que burlarse jamás de los demás. También aprendió que el exceso de confianza y de vanidad, es un obstáculo para alcanzar nuestros objetivos. Y que nadie, absolutamente nadie, es mejor que nadie.
Dialogá con algún familiar sobre la fábula y respondé oralmente las siguientes preguntas: ¿Quiénes son los personajes? ¿Dónde se desarrolla la historia? ¿Por qué la liebre se burlaba de la tortuga?¿Quién se ha quedado dormida debajo de un árbol ¿Cómo la tortuga ganó la carrera?¿Qué aprendió la liebre con la tortuga? Y vos, ¿qué aprendiste de esta fábula?
Para saber y estudiar:
Las fábulas son narraciones breves cuyos protagonistas suelen ser animales que se comportan como seres humanos y su intención es dejarnos una enseñanza o moraleja que nos hace reflexionar sobre nuestras actitudes.
Les proponemos que, con ayuda de algún familiar, busquen en el diccionario, el significado de la palabra moraleja. Para ello, les dejamos como guía un video con las pautas a tener en cuenta a la hora de buscar palabras en el diccionario.
Releer la fábula, subrayar las palabras desconocidas y buscar su significado en el diccionario.
En sus cuadernos o carpetas:
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Escuchamos la lectura de la fábula “La liebre y la tortuga”
Para saber y estudiar:
Las fábulas son narraciones breves cuyos protagonistas suelen ser animales que se comportan como seres humanos y su intención es dejarnos una enseñanza o moraleja que nos hace reflexionar sobre nuestras actitudes.
Escribí un relato breve de lo que sucede en la fábula.
El que busca, encuentra, con ayuda de nuestro amigo el diccionario.
Aprendemos a buscar el significado de las palabras:
Una moraleja es:............................
La moraleja que nos deja esta fábula es ……………………………………………………………………..
¿Conocès el significado de estas palabras?
Pregonar - cesaba - Vanidosa - frondoso - engreída - pavor
Si no los conocès, buscalos en el diccionario y luego escribilos en tu cuaderno. Previamente ordená las palabras alfabéticamente.
Expresá cómo te sentiste al escuchar la fábula y si te recuerda alguna vez en la que hayas actuado a favor o en contra de la moraleja.
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